Nos acostumbramos a todo, a lo malo de los servicios públicos y ahora también en los servicios privados, nuestro país Venezuela está adaptándose a este nivel de supervivencia, nada funcionan pero sigue todo sin reclamos sustancial, una anestesia colectiva.
Las Universidades en Venezuela están en huelga desde hace UN MES, pero la sociedad hace caso omiso a esta situación, seguimos andando por que son ellos los profesores, los que reclaman.
EL resto de los venezolanos estamos dentro de nuestro mundo ya cansados de tanto protestar, al mismo tiempo conscientes del peligro que ello representa en un país de un sólo pensamiento, es atentar con la vida al exponerla a la protesta.
Pero al quejarnos en cada instante no hacemos nada para cambiar lo mal que funcionan las instituciones, apoyar al paro de profesores es una muestra de solidaridad con los primeros ciudadanos: Los profesores.
Están las universidades formando a los profesionales que la sociedad venezolana merece?
Parece un lugar común conversar de la importancia de la educación y la formación profesional, en este momento del paro de profesores.
Las evidencias sobre la evolución de satisfacción de las sociedades y las economías contemporánea son contundentes en reafirmar la altísima correlación positiva que hay entre una fuerza laboral con altos niveles educativos y acceso a sofisticados en los procesos de formación profesional y el desempeño social económico.
Mendigar sus mejoras salariales y defender las libertades universales implícitas en las universidades es triste, pero tenemos la obligación de propiciar reflexiones entre nuestras amistades para que juntos la sociedad y los profesores se conduzcan a nuevos escenarios de acción y lograr mejorar las instituciones Venezolanas dependientes de la fuerza creativa de las universidades.
El reto de nuestras Universidades, además de contribuir a la formación de ciudadanos es, el de garantizar un adecuado balance entre las necesidades del mercado de trabajo en óptimos servidores públicos y privados.
Apoyemos al paro de profesores para no quejarnos del mal servicio de las instituciones, dependemos del sector educativo para desarrollar el talento que permitan producir una generación lista para trabajar dando sus mejores sonrisas en tiempos de libertad.